La Semana Santa, llamada también Semana Mayor y Gran Semana, es una conmemoración cristiana que rememora las últimas vivencias de Jesucristo durante su vida terrenal, desarrolladas de acuerdo a las costumbres judías existentes para la época.
Desde un principio hasta los días actuales la Semana Santa evoca la Pasión de Cristo, que constituye los últimos días que vivió Jesús Hombre y que coincidieron con la celebración de la Pascua Judía, que es la festividad más importante para el pueblo judío y que recuerda la finalización de la esclavitud que vivió el pueblo hebreo por parte de Egipto.
Es una festividad movible en el tiempo, ya que desde los primeros momentos se celebra entre la última semana de marzo y la última semana de abril, debido a que su inicio debe coincidir con la primera luna llena de primavera, obedeciendo a las costumbres judías que rigen sus obligaciones y responsabilidades de acuerdo a las fases lunares.
¿Cuál es el origen de la Semana Santa?
Se dice que fue en el siglo II que se estableció la remembranza del Triduo Sagrado conformado por los tres días correspondientes a la pasión, al enterramiento y a la resurrección de Jesús, que posteriormente ha sido extendido en días, comenzando desde el ingreso de Jesús a Jerusalén el Domingo de Ramos.
Existen diversas opiniones en relación a la época cuando en Sevilla se empezó a conmemorar la Semana Santa, llegando algunos a afirmar que es a partir del siglo XIX cuando se hizo realidad tal celebración. Posiblemente su inicio se pierde en la historia, ya que con toda seguridad desde los primeros momentos de la expansión del cristianismo al llegar éste a tierras españolas, se recordaría la Pasión de Cristo en limitadas comunidades o agrupaciones de fieles, a las que no escaparía Sevilla.
La información más documentada la ofrecen dos estudiosos de la Semana Santa en Sevilla: Manuel J. Roldán, historiador e Isidoro Moreno, antropólogo, opinan que las iniciales representaciones de esta celebración se hicieron a semejanza de lo que hoy en día se conoce como el “Vía Crucis” o camino a la cruz, que se desarrolla actualmente en quince etapas o estaciones, cada una de ellas en recuerdo a las principales vivencias de Jesús desde que es condenado a muerte hasta su resurrección.
Cofradías o hermandades
En Sevilla se dio la particularidad que, con la finalidad de representar los últimos pasos terrenales de Jesús, se conformaron y proliferaron de forma excepcional agrupaciones de feligreses con objetivos y actividades definidas al existir cierta identidad entre sus integrantes. Estas asociaciones son hoy conocidas como hermandades o cofradías, cuyo origen se establece entre los siglos XVII y XIX.
Originalmente, las hermandades fueron creándose como expresión de penitencia para redimir sus pecados, o bien para pagar promesas ofrecidas al haber recibido alguna gracia divina. Razón por la cual habían agrupaciones que se dedicaban a orar y entonar cánticos religiosos, mientras que otras se caracterizaban por dar muestras de sacrificios y castigos, llegando a ser famosas las cofradías de los penitentes que hacían sus recorridos azotándose y flagelándose ellos mismos.
Por decisiones de las autoridades se fueron suprimiendo las cofradías disciplinantes o penitentes, sugiriendo que fuesen sustituidas por las denominadas cofradías luminosas y que finalmente, dieron origen a los nazarenos de hoy en día.
Otra división de las hermandades es de acuerdo a su ubicación geográfica bien en el centro de la ciudad o en la periferia de la misma, encontrándose además las cofradías de negro o de silencio que son más sencillas en sus vestuarios y expresiones y desfilan en silencio o acompañadas de música litúrgica. Mientras que las hermandades de capa se caracterizan porque sus integrantes se presentan muy adornados y elegantes, llevando siempre acompañamiento musical.
Las cofradías tienen un papel primordial en la celebración de la Semana Santa en Sevilla y hay gran diversidad de ellas, tales como Los Negritos, El Silencio, el Padre Pío, la Santa Cruz, las Tres Caídas de San Isidoro, la Pasión, Monserrat, la Resurrección, entre otras muchas.
A causa del incremento de la cantidad de hermandades existente y las rivalidades entre ellas, se ha hecho necesario la organización de las mismas para distribuir su participación durante los diez días que abarcan los eventos, a partir del Viernes de Dolor, Sábado de Pasión y Domingo de Ramos, los seis días de la propia Semana Santa, hasta culminar el Domingo de Resurrección.
Características de la Semana Santa en Sevilla
Inicialmente, la celebración está circunscrita a la región del Gólgota en Jerusalén, pero ya en los últimos años del siglo IV la costumbre se hizo presente en diversas comunidades occidentales. España como todos los países con acentuada tradición cristiana, manifiesta un alto respeto y acatamiento de las costumbres religiosas.
En relación con la Semana Santa, es Sevilla la región que le ha dado a esta festividad un significado casi autóctono que trascendiendo el ámbito religioso, llegando a convertirse en un símbolo turístico a nivel mundial.
Se sabe que ya en el siglo XVI la escenificación en Sevilla de la Pasión de Cristo era del conocimiento en tierras lejanas. Se afirma que muchas de las cofradías que hoy se conocen iniciaron su labor en esa época. Cada una de las hermandades se encarga de escenificar un segmento de las últimas vivencias de Jesús desde su entrada a Jerusalén el Domingo de Ramos
Inicialmente, el recorrido de las cofradías por los diversos lugares de la ciudad se hacía siguiendo a un sacerdote quien llevaba un crucifijo. Al proliferar el número de las hermandades, estas trataron de identificarse unas de otras portando estandartes identificativos y alusivos a algún momento de la Pasión. Con el correr de los tiempos las hermandades empezaron a llevar en sus procesiones imágenes, compitiendo entre ellas por la calidad y manufactura de dichas imágenes.
El trayecto se hacía por diversos sectores con punto de salida en determinada Iglesia, lo cual se hacía sin planificación alguna. Hasta que en el siglo XVII el Arzobispo Fernando Niño de Guevara, logró una organización de los recorridos, ordenando que todas las cofradías deben hacer una estación en la Catedral y de allí seguir a los distintos destinos.
Significado actual de la Semana Santa en Sevilla
La Semana Santa en Sevilla además de tener un significado religioso e histórico importante, se ha convertido en un acontecimiento de eminentemente turístico que cada año atrae multitudes desde diferentes geografías, dado el colorido y calidad de las representaciones que hacen las hermandades que se esmeran en ofrecer lo mejor.