Las 10 mejores marchas de la Semana Santa en Sevilla

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La Semana Santa en Sevilla, se ha convertido en un patrimonio musical para todos los sevillanos y para todas aquellas personas que visitan esa ciudad andaluz en esos días santos. Las melodías de las procesiones forman parte de las diferentes hermandades que hacen de esta Semana Mayor unos días únicos e inolvidables. Ellas son las protagonistas de una infinidad de composiciones que han venido surgiendo a través de la historia y que han formado las grandes bandas musicales que en estos días de Semana Santa se presentan.

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Un poco de historia

Las bandas musicales durante estos eventos han sufrido un cambio drástico durante los últimos treinta años, pasando de ser las bandas profesionales como las municipales y militares a bandas completamente oficiales y específicas para cada hermandad.

Entre las bandas más solicitadas se encontraban la de Tejera y la Cruz Roja para el año 1989, siendo esta última la única formación que salía todos los días con hermandades como; La Hiniesta, las Aguas, la Candelaria, Montesión, la Carretería, la Sed, los Gitanos y la Trinidad; mientras Tejera lo hacía en la Cena, las Penas, San Bernardo, la Cruz y tambores.

Por otra parte, la banda de las Cigarreras era la que marcaba la pauta y era la que acompañaba a las mismas hermandades que hoy en día, incorporándose luego el misterio del Sagrado Decreto.

Posteriormente, se estrenaron muchas marchas más, como son Requiem, de la mano de Bienvenido Puelles, dándole una nueva formación al estilo, incorporando nuevos instrumentos para los bajos y con marchas musicales como son; Amor de Madre y; Pasión, Muerte y Resurrección, de Francisco Javier González Ríos.

Otra de las bandas más sonada de la actualidad, era la de Las Tres Caídas de Triana, con la composición Silencio Blanco de Julio Vera. Pero entre las agrupaciones que más reclamaban las diferentes hermandades y el público en general estaba la agrupación Santa María Magdalena de Arahal, la cual acompañaba a las cofradías de la Hiniesta, el Beso de Judas, la Presentación al Pueblo, San Bernardo y Montesión. Esta última banda sale actualmente sólo el Domingo de Ramos tras el Cristo de la Buena Muerte.

A medida que pasa el tiempo, se ha mejorado en gran manera el nivel musical y también la manera de interpretar las marchas, que lo han hecho junto a sus diferentes composiciones. Los compositores han aumentado también y de ahí que la competencia haya aumentado y por ende la calidad de sus composiciones, debido a la alta competencia que presencian.

En las últimas décadas, las bandas estaban formadas exclusivamente por profesionales, pero hoy en día hay estudiantes con un buen nivel musical que forma parte de los estilos más sonados.

Las 10 mejores marchas de la Semana Santa en Sevilla

A continuación, te daremos a conocer un poco más acerca de las diez marchas más sonadas que se presentan en la actualidad en la Semana Santa en Sevilla, por las diferentes agrupaciones musicales:

Virgen del Valle (1897)

Esta composición fue realizada por Vicente Gómez, en honor a su amigo Alberto Barrau, quien pertenecía a la Hermandad del Valle y quien falleció en un accidente fluvial entre Sevilla y Sanlúcar de Barrameda. Su composición se remonta al siglo XIX.

Soleá Dame la Mano (1918)

Fue una composición creada por Manuel Font Fernández y sus hijos Manuel y José Font de Anta. El padre compuso la obra musical y sus hijos, uno la registró y el otro la compuso. Esta marcha hace alusión al anhelo de los presos por acercarse a la Virgen, por lo que está muy relacionado con la cárcel del Pópulo, que actualmente se conoce como el Mercado del Arenal, en donde se encuentra un retablo cerámico de la Esperanza de Triana que explica la historia de este tema.

Amarguras (1919)

Manuel Font de Anta, es también el compositor de esta marcha después de Soleá Dame la Mano, junto a su padre Manuel Font Fernández, quien también fue protagonista indirecto de esta creación musical. Amarguras, que ya cumplió cien años en el año 2019; se ha convertido en el Himno de la Semana Santa de Sevilla, y ha sido interpretada por gran cantidad de bandas.

Pasan los Campanilleros (1924)

Pasan Los Campanilleros, es una de las marchas más populares del panorama musical cofrades andaluz. Fue compuesta por el maestro Manuel López Farfán en el año 1924. Esta marcha está dedicada al Crucificado del Misterio de la Cofradía de las Siete Palabras de Sevilla. Pasan los Campanilleros, supuso la verdadera revolución de la época, ya que dentro de su estructura, es sustituido el fuerte de los bajos por la copla popular cantada y su puesta en escena es muy peculiar porque el público copia el tintineo de los cascabeles haciendo sonar un manojo de llaves.

Cristo del Amor (1944)

El compositor de esta marcha fue el jienense Alberto Escámez, quien fue el propulsor de las marchas para cornetas y tambores. Dedicó esta obra musical al Crucificado de la Hermandad del Amor.

La Saeta (1969)

Esta composición musical surge de la conversión de un poema de Antonio Machado por Joan Manuel Serrat, es una canción que se convirtió en marcha procesional en los años ochenta. Las Bandas musicales como Virgen de las Angustias y la agrupación Nuestro Padre Jesús despojado, han hecho de ella una de las más populares de la Semana Santa en Sevilla. Su letra recuerda al Cristo de los Gitanos, que en la capital andaluza corresponde con el Señor de la Salud a quien se la dedica cada Madrugá.

Cristo de San Julián (1986)

Esta marcha se estrenó en los años ochenta por la agrupación musical de Santa Magdalena de Arahal, es obra de Manuel Rodríguez Ruiz y va dedicada al Cristo de Buena Muerte de la Hermandad de la Hiniesta.

La Madrugá (1987)

La Madrugá, es una composición que emana una gran popularidad y belleza, fue compuesta por Abel Moreno en el año 1987. Es una composición que aparte de su belleza y profundidad, recrea la noche más importante del año en Sevilla. Su composición es escuchada desde el jueves Santos al viernes Santos, del Silencio a los Gitanos, pasando por el Gran Poder, las esperanzas y el Calvario. Las seis hermandades que forman La Madrugá, están representadas por majestuosa composición.

Macarena (1988)

La Macarena, composición realizada por el mismo autor de La Madrugá, Abel Moreno, quien dedicó un año después una marcha a la Virgen de la Esperanza Macarena. Esta composición ha cruzado fronteras y ha sido interpretada más allá de la capital aldaluza. Tiene la particularidad de estar inspirada en un paso doble compuesto por Bernardo Bautista y Antonio Ortiz en los años cuarenta.

Dulce Nombre de María (1996)

Dulce Nombre de María es una marcha hecha para una banda que integre cornetas y tambores, por lo que es interpretada tras el misterio de Jesús antes de Anás. Es una marcha del maestro Victor M. Ferrer, quien se la dedicó a la Hermandad del Santísimo Sacramento y Cofradía de nazarenos de Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras.